Uno de ellos será jugar en primera división, coincidirá el aniversario con el mayor logro deportivo conseguido por el club en su historia.
El otro no ha sido menos sorprendente, la SD Eibar ha conseguido de manera brillante la recapitalización exigida por los corruptos dirigentes del futbol español a base de múltiples aportaciones, rondando los ocho mil accionistas, con más de la mitad de las acciones compradas en países de todo el orbe, cuarenta y ocho en concreto.
No hay que olvidar la buena labor de la directiva, que tuvo que tragar sapos y culebras cada vez que acudía a Madrid, recibiendo una vez tras otra la negada por respuesta, cuando solicitaban algún cambio en la absurda ley. Sin perder la calma, siguieron trabajando para tratar de conseguir el objetivo. En la capital del reino nos habían colocado al borde del precipicio y esperaban nuestra caída. No nos conocían, ahora ya saben quiénes somos.
Tras haber transcurrido el primer plazo con una venta muy floja, los aficionados eibarzales comprendieron la gravedad de la situación y comenzaron a volcarse con sus aportaciones, arrastrando a muchas personas. Esta vez no era necesario ni tan siquiera ser aficionado al fútbol, muchos eibartarras se tomaron esto simplemente como una cuestión de defender con orgullo a una ciudad.
La cifra iba subiendo, en todos los continentes se hablaba de la injusticia que suponía la recapitalización de un club sin deudas y los apoyos se multiplicaban desde todas las partes del globo. Aquellos artículos escritos por la prensa extranjera que hablaban de “en una pequeña ciudad, en medio de un intrincado laberinto de calles, existe un modesto estadio donde juega un equipo de fútbol…” hicieron su efecto y no se sabe si el romanticismo o la rebelión ante una medida injusta encendieron la mecha de la solidaridad.
Paralelamente, la buena marcha del equipo animaba también a participar en la defensa. En el otro frente, el del sudor y el trabajo, estaban cumpliendo los jugadores y el cuerpo técnico de manera seria e impecable, el Eibar de final de temporada recordaba al del año pasado por esas mismas fechas. El ascenso se veía venir, algunos ¿algo dormidos? hablaban de un sueño, pero no lo era, se consiguió el ascenso en un alarde de autoridad, antes de acabar la liga.
Este descomunal éxito deportivo hizo crecer la venta de acciones de manera exponencial y hace unos días, antes de acabar el plazo, el Eibar culminaba con éxito este reto vital.
Cuando pase el tiempo, valoraremos con admiración estos dos increíbles éxitos conseguidos de manera tan rotunda por la SD Eibar.
Pero vayamos a un futuro más cercano, el próximo año celebraremos el 75 aniversario por todo lo alto, más alto no se puede.
ZORIONAK SD EIBAR
