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El Atlético de Madrid ha tenido que cuadrar las cuentas para pasar el ojo de halcón del control económico de LaLiga. La llegada de Morata, a pesar de la salida de Jonny al Wolverhampton, ha motivado que el tope de plantilla rojiblanco haya bajado 2,8 millones de euros, como ha desvelado Roberto Bayón para La Nueva España. Este no es un dato negativo: significa que los colchoneros tienen holgura suficiente para atender a los pagos de su plantilla sin necesidad de haber solicitado un aumento o de haber tenido que dar más bajas.
También la Real Sociedad, el Espanyol y el Getafe en Primera, y Oviedo y Almería, en Segunda, han visto disminuidas sus posibilidades de gasto en plantilla después del mercado de invierno.
La cara B de este reajuste invernal de topes de límites salariales la ofrece el Athletic, con un brutal aumento de 40 millones de euros. Nunca han tenido problemas económicos y los fichajes de Ibai, Kenan Kodro y las renovaciones de De Marcos, Balenziaga y Muniain les han llevado a solicitar este aumento, que les ha sido concedido sin el más mínimo problema gracias al poderoso músculo financiero del conjunto vasco.
Otros que también han aumentado son el Celta y el Alavés, debido a sus traspasos en esta ventana de mercado.
