Hoy el Oviedo ha sido más efectivo y no ha cometido errores defensivos, la formula ideal para ganar un partido.
Al acabar el partido, un chaval salía llorando detrás de su padre. Tranquilo le he dicho, esto es el Eibar, verás más desastres como el de hoy pero también otras veces tendrás grandes alegrías.
Se ha secado los ojos y ha sonreído.
Pues si señor eso es el Eibar, los más veteranos tenemos el callo hecho y aunque hemos bajado también tristes de Ipurua, mañana saldrá otra vez el sol y yo por lo menos, miraré al futuro con optimismo.
No sé vivir la vida de otra manera.
GORA EIBAR
